📚 Claves para que la presentación de tu libro sea toda una experiencia
#4 Quien asista debe sentir, al terminar, que ha vivido algo único. Si quieres que se lleve tu libro, tienes que enamorarlo a través de los cinco sentidos. Hoy te cuento cómo lograrlo.
La sala está llena, pero no abarrotada. Hay silencio. No un silencio forzado, sino uno de esos que invitan a escuchar. Dentro, una luz cálida, un aroma suave y una mesa al fondo con café, té y vino. A mi lado, una persona con la que comparto afecto y admiración habla de mí como autor y, sobre todo, de mi libro. Lo hace, además, con la misma pasión con la que yo lo escribí.
No leemos capítulos enteros. Compartimos breves fragmentos y conversamos sobre anécdotas del proceso y preguntas que me hice mientras escribía. Veo que la gente asiente, sonríe y sujeta con más fuerza el marcapáginas que entregamos al inicio. Entonces, me decido a seguir un poco más. Solo un poco más. Alguien se emociona. Alguien pregunta. Todo queda grabado y fotografiado. Incluso veo a una periodista de la prensa local tomando nota.
Cuando terminamos de hablar, los lectores se acercan para que les firme su ejemplar. Alguien me dice que se lo regalará a su hermana. Otra persona me confiesa que no suele leer narrativa, pero que algo le ha tocado y se leerá mi libro. Salgo agotado, pero feliz y ligero; con un buen número de libros vendidos y ganas de organizar otra presentación.
Esta sería una buena presentación; posiblemente la mía si escribiera narrativa. Por supuesto, no tiene por qué ser la tuya, pero sí quiero darte algunas claves para que ese momento tan especial no sea un mero trámite, sino un acto con vida. Que te deje un buen sabor de boca como autor y que quienes asistan se vayan con tu libro bajo el brazo y con la sensación de haber vivido algo irrepetible.
Las presentaciones ya no son lo que eran (y eso es una oportunidad)
Durante años, presentar un libro solía significar salón lleno, mesa con autor y acompañante, discursos largos, lecturas extensas… y, muchas veces, buenas ventas. Pero todo esto ha cambiado.
Hoy, y según mi experiencia, en la mayoría de las presentaciones se vende menos que hace unos años. El público lector es distinto, el tiempo escasea, cada vez se publican más libros, las agendas están saturadas… Todo influye.
Entonces surge la duda lógica:
¿Vale la pena organizar una presentación si ya no se vende tanto?
Mi respuesta es clara: sí, por supuesto. Pero no solo por las ventas, sino por algo más importante: una buena presentación construye marca personal de autor, crea comunidad y deja huella. Además, favorece el recuerdo. Y un libro que se recuerda es un libro que se recomienda.
Cinco sentidos, un recuerdo duradero
Dos personas tras una mesa contando sus batallitas puede estar bien, pero ya no basta. Hoy, presentar un libro es crear una experiencia. Para eso, debes pensar en los cinco sentidos y apelar a ellos*.
*Sí, ya sé que eso de los cinco sentidos es un mito, que tenemos más, pero tú me entiendes. No creo que la propiocepción —otro de esos sentidos— pueda jugar un papel relevante aquí. Aunque quién sabe.
Algunas ideas concretas (pero recuerda que cada libro es un mundo, y cada presentación, también):
Vista: cuida el espacio, la luz y la estética. Usa una pantalla con imágenes y vídeos del proceso de escritura o del contenido de la obra. Hazte con un roll up de tu libro y colócalo junto a la mesa. O valora una exposición efímera si el libro es ilustrado o fotográfico.
Oído: pon música suave al inicio. Asegúrate de que todos te oyen con claridad y, si necesitas equipo de sonido, pruébalo antes.
Tacto: permite hojear los ejemplares antes de empezar. Entrega un marcapáginas: genera vínculo desde el principio.
Gusto: ofrece algo sencillo: agua, té, un vino local, algo para picar. Por favor, que la gente se sirva todo esto al terminar el acto; escuchar mientras alguien mastica al lado no enamora.
Olfato: puede parecer menor porque aún no nos hemos puesto mucho las pilas en el tema del olor a la hora de organizar un evento o de vender un producto, pero una sala ventilada y un aroma neutro o evocador suman puntos. Incluso una vela puede ayudar.
Si quieres algunas recomendaciones más, escríbeme a josepfierro@edicionespangea.com. Te ayudaré con la presentación de tu libro sin compromiso.
Venga, te doy dos consejos extra:
El primero, no olvides el storytelling. No solo presentas un libro: compartes un viaje. Cuenta cómo nació, lo que te costó escribirlo y lanzarte a publicarlo, los miedos, las sorpresas y lo que has aprendido en este proceso. Haz que se vean reflejados.
Y el segundo, hazlo instagrameable. Prepara un pequeño photocall con el título del libro, tu nombre y algún detalle visual. Añade objetos simbólicos o decorativos que inviten a posar. Crea un hashtag para el acto y anima a compartir.
Sí, esto también es parte del trabajo literario hoy en día. Aunque suene a estrategia de influencer, todo suma.
Y aún tengo un consejo más, quizá casi el más importante, pero te lo cuento un poco más abajo.
El momento adecuado importa
Otra de las preocupaciones que me encuentro mucho con mis autores es saber cuándo tienen que hacer la presentación de su libro. Porque todos sabemos que un evento mal fechado puede ser un desastre. Así que elegir cuándo puede marcar la diferencia.
Aquí algunas recomendaciones:
No fijes fecha antes de tener los ejemplares (o al menos, antes de saber cuándo llegan).
Evita días festivos, puentes, agosto o fechas con exceso de eventos.
Prioriza espacios que tengan programación propia: bibliotecas, centros culturales, librerías… Pueden ayudarte con la difusión.
No pienses que solo puedes presentar durante el lanzamiento de tu libro. Puedes hacerlo más adelante: en otra ciudad, en otro círculo, con otro enfoque, en formato taller, cuentacuentos, etc.
El lugar también cuenta
«¿Dónde presento mi libro, José?», me preguntan constantemente.
La respuesta fácil es en una librería de tu zona, donde compres libros habitualmente o en aquella que tenga su propia comunidad y pueda ayudarte a difundir el acto.
Aprovecho para reivindicar, una vez más, el papel de las librerías, por su simbolismo, su credibilidad y por la capacidad que tienen de mantener una red de lectores. Es cierto que reciben un porcentaje de las ventas, pero su papel en la sociedad y en la cultura es esencial y hay que darles su valor.
Pero, claro, hay muchas otras opciones, y cada una puede aportar matices:
Bibliotecas: suelen tener una buena logística, una difusión institucional y un público fiel. Ojo: antes de reservar el espacio, pregunta si permiten vender libros.
Centros culturales: tienen su comunidad y posibilitan actividades alrededor del libro, como talleres, cursos o conferencias, que pueden atraer a un público diferente e incluso pueden ayudarte a generar ingresos extra si además del libro ofreces servicios y otros productos.
Ferias del libro: muy útiles para ganar visibilidad.
Espacios alternativos: un café, un teatro, una casa rural, un restaurante, un patio, una galería… Si encajan con tu libro, pueden ser perfectos.
En Ediciones Pangea hemos celebrado presentaciones en parques, espacios emblemáticos del municipio, bodegas, peñas flamencas, ateneos, centros educativos y hasta en una hamburguesería.




Te aseguro que los actos más memorables no siempre han sido en los lugares más convencionales.
Eso sí, si presentas fuera de tu ciudad y no tienes comunidad previa, el riesgo de sillas vacías es alto. Busca un espacio que ya tenga público propio.
Elige bien con quién compartes mesa
En la vida es esencial rodearse bien. Eso creo que todos lo tenemos claro, aunque no siempre sea fácil llevarlo a la práctica. Pero, bueno, quien no se haya sentido atraído alguna vez por alguna mala influencia que tire la primera piedra.
Eso sí, a la hora de presentar tu libro, te imploro que elijas bien a la persona (o personas) que te acompañará en la mesa.
Muchos autores creen que necesitan a alguien famoso o reconocido. Esto, a mi modo de ver, es un error. O al menos no tiene por qué ser el único requisito. Necesitas a alguien que conozca el libro, conecte contigo y te ayude a brillar.
Estos son perfiles que suelen funcionar:
Un lector que haya conectado con la obra. Será más fácil que luego pueda transmitir lo que ha sentido en la lectura.
Alguien que te acompañó en el proceso y conoce las luces y sombras.
Un especialista en el tema del libro, especialmente en los técnicos o de no ficción.
Y, por favor, que haya leído el libro. Sí, aunque parezca mentira, hay quien presenta el acto sin haberse leído la obra. En una ocasión, asistimos a la presentación de una de nuestras obras en la que el acompañante del autor no solo no se la había leído, sino que además lo reconoció. También dijo públicamente que estaba allí por compromiso. Imagínate cómo quedó el ambiente.
Ah, sí, también he conocido a acompañantes que se han puesto a recitar poemas o fragmentos de su propio libro, y no del autor protagonista de ese día.
Evita que esa persona monopolice el acto y te eclipse.
Tu presentación empieza antes del evento y termina mucho después
Te debía un consejo, tal vez uno de los más importantes. Así que ahí va: la promoción previa y posterior de la presentación es fundamental. Por eso hay que trabajar siempre en algunas acciones para darla a conocer:
Envía nota de prensa y convoca a medios de comunicación (aunque estos no siempre acudan, puede despertar el interés de algún periodista cultural).
Haz carteles atractivos y compártelos en redes.
Crea invitaciones para invitar directamente a personas clave.
Si puedes, contrata a alguien para hacer fotos y vídeo. El contenido que generes ese día servirá para mucho después.
Mi semana en la trastienda editorial
Esta semana estreno esta nueva sección para contarte qué está pasando en mi día a día como editor.
El jueves 12 de junio presentamos Lo que la casa esconde, de Teresa R. Yagüe, en la Biblioteca Provincial de Sevilla. Si pienso en los cinco sentidos… solo nos faltó el olfato para que la experiencia fuera completa. El gusto llegó al final de la presentación, cuando los asistentes compartieron unas cervezas para celebrar.

También estamos arrancando un nuevo proyecto del que pronto te hablaré: la edición de un libro que documentaremos y compartiremos desde el principio, paso a paso, junto con su autor.
Además, sigo enfrascado en la edición de un western, dos poemarios muy especiales, la tercera edición de un libro de autoayuda y una obra completa y detallada sobre la historia de Arahal, un municipio sevillano. Y a punto de lanzar El ferrocarril de Aznalcóllar al Guadalquivir (¡860 páginas!), de José Manuel López Torralbo, y Sanlúcar, crepúsculos en el río, de José María de Diego, dos libros que llegarán muy pronto a sus pantallas (y a las librerías).
Como ves, hay una diferencia abismal en cuanto a géneros y temas. Pero todos tienen un punto en común: son libros escritos y editados con mimo y exigencia. Y espero muchísimo de todos ellos.
Y tú, ¿cómo imaginas la presentación de tu libro?
Me encantaría saber si has presentado alguna vez tu obra o estás pensando en hacerlo. ¿Qué te ilusiona? ¿Qué te frena? ¿Qué aprendiste si ya has presentado?
¡Escríbeme! Te leo y te respondo. Si te apetece, además, puedo darte algunas ideas o ayudarte a pensarla mejor.
Y ahí va una checklist rápida para tu presentación
¿Tienes una fecha lógica?
¿Has pensado en el espacio?
¿Cuentas con un buen presentador?
¿Has planificado la difusión?
¿Has cuidado los cinco sentidos?
¿Tienes preparada una buena historia?
Una buena presentación no se mide en ventas
Ya he comentado en estas cartas que el éxito no siempre se mide en ventas. Hoy, más que nunca, quiero insistirte en esta idea.
Sí, puede que en tu presentación no vendas decenas de ejemplares (ojalá que sí). Pero presentar un libro no es exhibirlo: es darle la bienvenida al mundo. Es abrir una puerta a tus lectores. Es darte a conocer, generar vínculos y dejar una imagen que dure más que una firma.
Aunque no se vendan todos los ejemplares ese día, el eco de una buena presentación se siente semanas (o meses) después.
Porque un acto se olvida. Una emoción compartida, no.
La próxima semana te contaré lo que han dado de sí estos seis primeros meses de 2025 en Ediciones Pangea. Lo que he aprendido como editor, lo que he mejorado y lo que aún tengo pendiente. Por supuesto, una vez más, habrá reflexiones sinceras y herramientas prácticas para tu camino como autor.
Además, te lo contaré en un nuevo formato.
¡Nos leemos pronto!
José P. Fierro,
editor en Ediciones Pangea.
P. D. Insisto: si estás en ese punto de organizar tu presentación y necesitas ideas o guía, escríbeme a josepfierro@edicionespangea.com. Estaré encantado de echarte una mano.
Muy buenos consejos !!! los seguiré...yo he tenido la suerte de tener en mi prensentaciones dos personas que están enamoradas del libro más que yo y que efectivamente se pueden hacer presentaciones divertidas contando anécdotas del libro o personales...en relación a que uno se vea solo@ en la prensentación es parte del juego y no pasa nada...yo recuerdo una anecdota en una de las presentaciones... no hubo nadie...el librero el pobre atacado y yo bien tranquila...entoces empecé a pedirle a la gente de la librería que se pusieran para la foto ( postureo) que tambén existe y pasamos una tarde super divertida!!!!! Todo autor que se precie se ha visto solo en una presentación, lo que no quiere decir que sea lo que vamos buscando, pero de que pasa, pasa...saludos y buena esccitura!!!!!!
Gracias por el arriculo. Muy interesante.
Yo no hice presentación de mi novela anterior "La nirada esmeralda" (a pesar de ello, está vendiendo bastante bien). Tengo intención de hacerla, probablemente en septiembre, con la que actualmente acabo de ultimar, pero es algo que me da respeto. Hace poco, una amiga escritora me comentaba que había hecho una presentación en ina librería de una ciudad que no era la suya y no había ido absolutamente nadie.
Como previamente no seas un autor conocido o tengas un gran poder de convocatoria entre familiares y amigos me temo que la gente no acude.
Es solo una intuicion. Ya digo que me mantengo inédito en ese aspecto